Rehabilitación energética de edificios: qué es, ventajas y ayudas
Según cifras del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), en España, los edificios representan el 30% del consumo de la energía final. Este paradigma se debe a que el 90% de estas estructuras existían antes de que se activara el Código Técnico de la Edificación. Por este motivo, tanto desde la administración pública como desde el sector privado, se ha destacado la relevancia de impulsar la rehabilitación energética de los edificios.
Invertir en estas rehabilitaciones tiene un doble propósito. Por un lado, reducir los costes energéticos y, por otro, mejorar la eficiencia. En este artículo, analizamos las ventajas de apostar por la rehabilitación energética, cuáles son las fases de este proceso y qué ayudas económicas puedes solicitar para ello.
Qué es una rehabilitación energética
En nuestro país, ocho de cada diez edificios consumen más recursos energéticos de los necesarios. Esto plantea un importante desafío, ya que las consecuencias económicas y ambientales son significativas. De ahí que, en los últimos años, la necesidad de apostar por la rehabilitación de edificios sea tan relevante.
En este sentido, el objetivo de la rehabilitación energética es adaptar los elementos del edificio para ajustarlos a las necesidades energéticas reales de los inmuebles.
Este proceso empieza con la evaluación de la estructura y prosigue con la reconstrucción de todos los puntos necesarios en las fachadas, cubiertas e instalaciones.
Para determinar qué aspectos requieren una reconstrucción, es esencial identificar aquellos con el potencial de alcanzar una eficiencia energética óptima. Esto también implica analizar cómo se puede acelerar la transición hacia el uso de energía proveniente de fuentes renovables, con el fin de lograr las cero emisiones.
En España, se considera que un edificio ha experimentado una rehabilitación energética cuando las mejoras aplicadas elevan su calificación energética al menos dos letras con respecto a la calificación energética inicial.
¿Es obligatoria la rehabilitación energética?
Hasta el día de hoy, en nuestro país, no es obligatorio realizar una rehabilitación energética, pero, como ya apunta la Directiva 2012/27/UE de eficiencia energética, a largo plazo sí que lo será. Por entonces, los planes de rehabilitación energética deberán incluir todo el parque nacional de edificios, ya sean residenciales o comerciales, así como públicos o privados.
Esta directriz está alineada con el objetivo de Europa de tener una huella de carbono neutra para el año 2050, uno de los principios del Pacto Verde Europeo. De este modo, España se ha propuesto que el 30% de su parque edificatorio cumpla con las especificaciones del plan de rehabilitación energética para el año 2030, una meta que representa un 10% menos que lo establecido por la Unión Europea.
Esto plantea un gran reto, ya que, según el IDAE, el 60% de los inmuebles construidos entre las décadas de 1980 y 1990 no se ajustó a ninguna normativa de eficiencia energética durante su edificación. Además, solo el 18% de los edificios en España cuenta con una etiqueta A, B, C o D, de acuerdo con el mismo organismo.
Fases de una rehabilitación energética
La rehabilitación energética constituye un proceso que engloba diversas fases, que van desde la evaluación inicial hasta la implementación de mejoras. A continuación, te explicamos todas estas etapas, que son indispensables para asegurar la eficacia y sostenibilidad del proyecto:
1. Auditoría
El primer paso es realizar una evaluación inicial con el objetivo de conocer cuál es el gasto energético que tiene el edificio. Esto permite conocer su certificación y la letra de calificación energética. Asimismo, en esta fase, también se identifican qué obras o modificaciones se deben realizar para mejorar su eficiencia energética.
2. Planificación y diseño
En este punto, se seleccionan las tecnologías y las estrategias adecuadas para mejorar la eficiencia energética del edificio. Por ejemplo, para optimizar el ahorro energético, se puede instalar aislamiento térmico en fachadas y tejados, sustituir las ventanas y el sistema de calefacción y refrigeración por opciones más eficaces o incorporar iluminación LED.
3. Obtención de permisos y financiación
Antes de llevar a cabo las actuaciones de rehabilitación energética, es necesario obtener los permisos de las administraciones locales y asegurar el financiamiento para el proyecto.
4. Ejecución de las obras
En esta fase, se ejecutan las actuaciones de rehabilitación energética planificadas.
Por ejemplo, se llevan a cabo todas las mejoras en la envolvente del edificio, como aquellas aplicadas a ventanas o fachadas, con el propósito de alcanzar un aislamiento óptimo. Asimismo, se implementan medidas para garantizar la ventilación eficiente, por ejemplo, mediante el uso de conductos y rejillas.
5. Mejora de la eficiencia de las instalaciones
También es importante renovar los sistemas de calefacción, climatización y agua caliente sanitaria (ACS) que sean necesarios. Para ello, se pueden instalar calderas de condensación, radiadores de baja temperatura e, incluso, aerotermia con bombas de calor. Para la refrigeración, se recomiendan los aires acondicionados de tecnología inverter.
Por otro lado, para reducir los costes del consumo energético a largo plazo, se puede optar por las energías renovables. Por ejemplo, una opción es instalar paneles solares térmicos para obtener ACS o placas solares fotovoltaicas para generar la electricidad necesaria para el edificio.
6. Pruebas y verificación
Una vez que se han hecho todas las modificaciones, hay que llevar a cabo pruebas y análisis de datos de consumo para asegurarnos de que las obras han conseguido los objetivos propuestos. Se trata de un paso crucial para verificar la efectividad de las intervenciones y garantizar que el edificio funcione de manera más eficiente.
7. Monitoreo y mantenimiento
Por último, se ha de mantener una monitorización periódica de las nuevas instalaciones para comprobar su correcto funcionamiento. De esta forma, además, se podrán detectar desgastes, averías u otras eventualidades, para llevar a cabo el mantenimiento correspondiente.
Ayudas para la rehabilitación energética de edificios: ¿qué es el Programa PREE 5000?
Actualmente, en España, existen dos tipos de ayudas económicas para la rehabilitación energética de un edificio:
Programa estatal PREE 5000
Esta ayuda se enmarca en los planes del reto demográfico para impulsar la sostenibilidad en municipios con menos de 5.000 habitantes y está financiada por los fondos europeos Next Generation.
La cuantía de la subvención depende del tipo de actuación que se realice. A continuación, te presentamos los porcentajes según las medidas de rehabilitación energética que se apliquen :
- Hasta el 50% por cambios para mejorar la envolvente térmica del edificio.
- Hasta el 40% por sustituir instalaciones de generación térmica que funcionan con combustibles de origen fósil por fuentes renovables, como la biomasa.
- Hasta el 20% por mejorar la eficiencia energética en sistemas de iluminación.
Además, a la hora de otorgar estas ayudas, se pone más el foco en los inmuebles que acogen a colectivos vulnerables, como aquellos afectados por la pobreza energética.
Ayudas europeas para la rehabilitación de edificios y viviendas
También respaldada con fondos de la Unión Europea, esta subvención va dirigida a propietarios, usufructuarios y arrendatarios de viviendas que quieran financiar obras en sus domicilios habituales y permanentes.
Estas ayudas, gestionadas por las comunidades autónomas, varían según la región donde se encuentra el inmueble. En este sentido, si bien pueden existir diferencias en función de la zona, por lo general, esta subvención cubre, como mínimo, el 40% del coste total de la intervención. Sin embargo, es importante tener en cuenta que hay ciertos requisitos:
- La ayuda no puede superar los 3.000 euros.
- Las obras realizadas en cada edificio deben ser de al menos 1.000 euros.
No obstante, cabe mencionar que, en algunos casos, puede llegar a cubrir incluso el 80% de la inversión.
Ventajas de la rehabilitación energética
La rehabilitación energética no solo permite modernizar las infraestructuras, sino que también aporta una serie de beneficios significativos:
- Ahorrar en el consumo de energía, lo que también conlleva un importante ahorro económico.
- Minimizar el impacto medioambiental, al reducirse las emisiones contaminantes.
- Mejorar el confort y bienestar de los ocupantes del edificio, gracias a la incorporación de tecnologías avanzadas en los inmuebles.
- Reducir la dependencia energética del exterior, al aprovechar fuentes de generación propias.
- Disminuir la pobreza energética y mantener así un nivel de confort adecuado en el edificio (calefacción, iluminación, agua caliente sanitaria, aire acondicionado, refrigeración y en el resto de electrodomésticos).
- Aumentar el valor del edificio en el mercado.
En definitiva, la rehabilitación energética es una inversión que no solo aporta beneficios económicos, mejora el confort y optimiza la eficiencia de los edificios, sino que, además, representa un compromiso social y ambiental.
En Cuerva, llevamos ocho décadas recorriendo el camino para evolucionar hacia un modelo de consumo energético sostenible. El conocimiento que hemos adquirido a lo largo de estos años nos ha posicionado como expertos en soluciones que ayudan a diferentes tipos de edificaciones, desde industriales hasta edificaciones residenciales o edificios de gran terciario, a optimizar su consumo energético y a reducir su impacto en el planeta.
Ejemplo de nuestro compromiso con el sector y la rehabilitación energética es la participación en cada fase del proyecto WeForming, financiado por la Unión Europea a través del Programa Horizonte Europa, que tiene como objetivo revolucionar la gestión energética en edificios para combatir el cambio climático.
En colaboración con más de 30 entidades de 10 países distintos, desde Cuerva, estamos aportando nuestros conocimientos, sobre todo, en la fase de implementación, con la creación de una comunidad energética rural para mejorar la eficiencia y la interacción con el agregador de energía renovable.
Nosotros tenemos claro que el futuro del sector energético es seguro, resiliente y libre de carbono. ¿Y tú?