Mantenimiento hospitalario: qué es y cuáles son los beneficios para las instalaciones médicas
El mantenimiento hospitalario es el corazón invisible que garantiza el buen funcionamiento de cualquier infraestructura de atención sanitaria. En un entorno donde cada segundo cuenta, los hospitales dependen de un suministro de energía constante y una infraestructura fiable para operar sin interrupciones.
Implementar un programa de mantenimiento eficiente no solo asegura la fiabilidad de los servicios, sino que también puede marcar una diferencia significativa en la reducción del consumo energético anual. Esto no solo se traduce en un uso más óptimo de los recursos, sino también en un compromiso activo con el cuidado del medioambiente, creando hospitales más modernos, sostenibles y responsables.
En la actualidad, los avances tecnológicos y las crecientes demandas de servicios han transformado el concepto de mantenimiento hospitalario. Este abarca desde la gestión de infraestructuras físicas y el mantenimiento de equipos complejos hasta la optimización energética y la adaptación a nuevas normativas. Todos estos aspectos son fundamentales para garantizar operaciones hospitalarias eficientes y sostenibles.
En este artículo, te explicamos qué es el mantenimiento hospitalario, qué áreas requieren este tipo de mantenimiento y cuáles son los beneficios para estas instalaciones médicas.
¿Qué es el mantenimiento hospitalario?
El mantenimiento hospitalario consiste en un conjunto integral de procesos destinados a garantizar que las instalaciones y los equipos sanitarios funcionen de manera óptima y segura. Este concepto abarca no solo el estado físico de las infraestructuras, sino también el rendimiento técnico de los equipos médicos, los sistemas de comunicación y otras tecnologías esenciales para la prestación de servicios médicos.
El objetivo principal es prevenir fallos que puedan interrumpir los servicios o comprometer la seguridad de los pacientes. Esto se logra a través de una gestión continua y programada, que incluye desde tareas de mantenimiento predictivo o preventivo hasta de mantenimiento correctivo, permitiendo abordar problemas antes de que afecten la operatividad del hospital y garantizando que todos los sistemas operativos se mantengan actualizados conforme a las normativas de salud vigentes.
En definitiva, un enfoque equilibrado entre los diferentes tipos de mantenimiento es clave para optimizar recursos y garantizar un servicio de calidad.
Áreas que requieren mantenimiento hospitalario
El mantenimiento hospitalario se aplica a diversas áreas críticas para asegurar un funcionamiento seguro y eficiente. Estas son algunas de las más relevantes:
Instalaciones físicas
Incluye todos los elementos estructurales y de infraestructura del hospital que garantizan un entorno seguro y funcional tanto para los pacientes como para el personal.
A continuación, te mostramos algunos ejemplos de mantenimiento hospitalario de instalaciones físicas:
- Supervisar los sistemas de tuberías para prevenir filtraciones en áreas críticas, como laboratorios y farmacias.
- Monitorear los sistemas de calidad del agua y mantener los sistemas de saneamiento y tratamiento de aguas residuales para asegurar que cumplan con las normativas sanitarias y evitar riesgos de contaminación.
- Realizar un mantenimiento regular de las ventanas, puertas y los ascensores para garantizar su correcto funcionamiento.
- Revisar los extintores, rociadores contra incendios y las luces de emergencia para asegurar su operatividad en caso de riesgos o apagones.
Equipos biomédicos
Los equipos médicos son aquellos dispositivos y sistemas directamente relacionados con la atención médica, que requieren un mantenimiento constante para asegurar diagnósticos precisos y tratamientos efectivos. Este proceso incluye revisiones periódicas, calibraciones y ajustes.
A continuación, te mostramos algunos ejemplos de mantenimiento hospitalario de equipos biomédicos:
- Verificar el funcionamiento de las bombas de infusión para asegurar una administración precisa y segura de medicamentos y líquidos a los pacientes.
- Sustituir filtros en los equipos de ventilación mecánica para garantizar la pureza del aire suministrado y prevenir infecciones respiratorias.
- Comprobar los sensores de los monitores de signos vitales para asegurar mediciones exactas y fiables para un monitoreo continuo del estado del paciente.
- Actualizar el software de los equipos de diagnóstico por imagen para optimizar el rendimiento, mejorar la precisión en los diagnósticos y garantizar la compatibilidad con nuevas tecnologías.
Equipos industriales
Más allá de los equipos médicos, existen otros sistemas industriales que son igualmente cruciales para la operación diaria de un hospital. Esto incluye redes eléctricas que deben funcionar sin interrupción para alimentar equipos críticos y asegurar la iluminación, sistemas hidráulicos que garantizan que el suministro de agua cumpla los estándares de calidad y disponibilidad, y sistemas de climatización y ventilación que controlan la temperatura, la calidad del aire y la ventilación.
A continuación, te mostramos algunos ejemplos de mantenimiento hospitalario de equipos industriales:
- Realizar un mantenimiento de los generadores eléctricos de emergencia para asegurar que estén listos para entrar en acción, especialmente en áreas críticas, durante cortes de energía.
- Revisar las calderas y sistemas de agua caliente para prevenir fallos y asegurar el suministro constante de agua caliente para higiene y tratamientos.
- Inspeccionar los sistemas de climatización y ventilación (HVAC) para mantener un ambiente adecuado para pacientes y personal, evitando fluctuaciones de temperatura.
- Realizar mantenimiento preventivo en redes eléctricas, elementos de protección y paneles de control para garantizar el correcto funcionamiento de la iluminación y evitar interrupciones que afecten a equipos médicos y áreas críticas.
Equipos de comunicación e informática
En la actualidad, los sistemas de comunicación e informática son pilares fundamentales en la gestión hospitalaria. Facilitan la comunicación interna, el manejo del historial clínico electrónico y la coordinación de servicios. Por ello, es importante asegurar que las redes de telecomunicación sean seguras, funcionen correctamente y estén protegidas contra fallos.
A continuación, te mostramos algunos ejemplos de mantenimiento hospitalario de equipos de comunicación e informática:
- Verificar las conexiones de red y sistemas de seguridad informática para evitar vulnerabilidades y proteger la información sensible.
- Realizar un mantenimiento de los servidores centrales para garantizar su rendimiento y proteger los datos almacenados.
- Realizar copias de seguridad regulares de datos críticos para proteger la integridad de los historiales clínicos, electrónicos y otros documentos importantes en caso de pérdida de información.
- Actualizar el software de gestión hospitalaria para asegurar que el software esté al día con las últimas mejoras y correcciones de seguridad.
- Inspeccionar los dispositivos de comunicación, como los sistemas de llamada paciente-enfermera, para asegurar que los sistemas de comunicación sean funcionales para la correcta coordinación entre el personal.
- Garantizar que los sistemas de seguridad, como cámaras, alarmas o sistemas de control de acceso, protegen a los pacientes, el personal y los activos del hospital.
¿Qué beneficios aporta el mantenimiento hospitalario?
Un programa de mantenimiento bien implementado aporta numerosos beneficios tanto al hospital como a sus usuarios. Entre los más destacados, se encuentran los siguientes:
Aumento de la eficiencia operativa
Los hospitales que invierten en el mantenimiento regular de sus infraestructuras y equipos experimentan un aumento notable en su eficiencia operativa. Las interrupciones se reducen al mínimo, permitiendo que el personal médico enfoque sus esfuerzos en la atención al paciente sin distracciones ni demoras causadas por fallos técnicos en los equipos vitales como monitores, respiradores o máquinas de soporte vital.
Mejora de la seguridad del paciente
Un mantenimiento hospitalario adecuado y continuo garantiza que los equipos médicos funcionen correctamente y que las instalaciones se mantengan seguras y libres de riesgos. Esto reduce significativamente la posibilidad de accidentes y errores médicos que puedan comprometer la seguridad de los pacientes, lo que no solo protege la seguridad de los pacientes, sino que también mejora los resultados clínicos y refuerza la confianza en el sistema de salud.
Reducción de costes
Aunque el mantenimiento hospitalario pueda implicar una inversión inicial considerable, a largo plazo, reduce costes al prevenir problemas mayores que demandarían reparaciones costosas o reemplazos de equipo. Al prolongar la vida útil de infraestructuras y dispositivos, se optimiza el presupuesto hospitalario y se amortiza la inversión inicial.
Cumplimiento normativo
Cumplir con las normativas de salud y seguridad es una responsabilidad continua para cualquier hospital. Un mantenimiento regular garantiza que las instalaciones del hospital estén siempre preparadas para auditorías gubernamentales y que cumplan los estándares vigentes en salud y seguridad.
Además, previene sanciones o el cierre del hospital , ya que se asegura que los servicios mínimos estén garantizados y que los sistemas de emergencia, como los generadores y los sistemas de alimentación ininterrumpida (UPS), estén operativos.
Satisfacción del paciente y personal
Un entorno bien mantenido no solo mejora la experiencia del paciente, sino también las condiciones de trabajo para el personal hospitalario. Contar con instalaciones funcionales y seguras contribuye a un ambiente más cómodo para todos, lo que aumenta la satisfacción del personal y mejora la percepción del paciente sobre el cuidado recibido.
En resumen, estos beneficios subrayan la importancia del mantenimiento hospitalario como una herramienta estratégica para mejorar la calidad, la seguridad y la eficiencia de los servicios de salud. Cuando se implementa de manera adecuada, el mantenimiento se convierte en un impulsor para lograr la eficiencia energética y la sostenibilidad de las instituciones hospitalarias.
Mantenimiento hospitalario para la eficiencia energética y un suministro confiable
Los hospitales son una de las instituciones con más alto consumo energético debido a su funcionamiento continuo: las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Sin ir más lejos, se estima que el consumo de energía de un hospital en España puede oscilar entre 500 y 1000 kilovatios-hora (kWh) por metro cuadrado al año, lo que lo convierte en uno de los sectores con mayor consumo energético a nivel nacional.
En este contexto, podemos identificar dos tipos de energía utilizados en los hospitales:
- Energía eléctrica. Representa entre el 40% y el 64% del consumo energético total en hospitales. Se utiliza para iluminación, equipos médicos, sistemas de ventilación, bombas y equipos de oficina.
- Energía térmica. Proviene, principalmente, de gas natural y, en menor medida, de gasóleo. Representa entre el 36% y el 60% del consumo energético total y se emplea para calefacción, agua caliente sanitaria, climatización y cocina.
Este consumo elevado no solo tiene implicaciones económicas, sino también ambientales, lo que supone un desafío para los gestores hospitalarios, quienes deben implementar instalaciones de generación renovable que reduzcan la huella de carbono y estrategias que optimicen el uso de energía sin comprometer la seguridad ni la calidad asistencial.
En este sentido, existen diversas prácticas de optimización energética que pueden implementarse en los hospitales para mejorar su eficiencia operativa y reducir costes:
- Instalación de sistemas de control como DALI ( Digital Addressable Lighting Interface), que permiten gestionar de manera inteligente la iluminación, ajustando su intensidad según la ocupación y las necesidades específicas de cada área del hospital, lo que contribuye a un uso más eficiente de la energía.
- Integración de sensores de movimiento que optimizan el consumo eléctrico al activar las luces y sistemas solo cuando son necesarios, evitando el derroche energético en espacios desocupados.
- Implementación de sistemas de climatización avanzados que ajustan la temperatura de forma automática según la ocupación y las condiciones ambientales de las distintas zonas del hospital, asegurando un confort constante sin desperdiciar recursos.
- Inversión en energías renovables y edificación sostenible como parte de su estrategia a largo plazo, no solo para mejorar la sostenibilidad, sino también para garantizar un suministro confiable e ininterrumpido ante posibles cortes de energía en la red eléctrica convencional. Esto es crucial para instalaciones médicas donde la continuidad del suministro energético es vital en el soporte de equipos críticos para la vida. Para ello, no solo se debe contar con sistemas de almacenamiento, sino también con rectificadores y condensadores que eviten la parada momentánea durante la transición de la red a las baterías.
- Implementación de sistemas de gestión de edificios (BMS, siglas en inglés de Building Management System) que permitan integrar y visualizar todos los sistemas de generación, consumo, climatización y control en un servidor central. Esto facilita la recopilación y análisis de datos, optimizando las tareas de mantenimiento preventivo y predictivo.
- Tareas de mantenimiento predictivo y preventivo, lo que no solo mejora la eficiencia de los equipos, sino que también prolonga su vida útil y reduce el riesgo de fallos imprevistos.
Al adoptar estas estrategias, los hospitales pueden no solo reducir su huella de carbono, sino también ahorrar recursos que pueden ser reinvertidos en la mejora de la atención a los pacientes y de la infraestructura.
De hecho, imagina un hospital donde cada equipo crítico, cada rincón del edificio y cada servicio funciona de manera constante y en armonía con el entorno, optimizando recursos y reduciendo costes. Este futuro está más cerca de lo que crees. Sin embargo, para alcanzar esta resiliencia y atención médica segura y de calidad, es necesario renovar y digitalizar las infraestructuras eléctricas.
En Cuerva , estamos comprometidos con ser parte activa de esta transformación hacia centros sanitarios más inteligentes, resilientes y seguros. Como expertos en la digitalización de instalaciones eléctricas y en el desarrollo de soluciones integrales de audio, vídeo, datos, comunicaciones y automatización, nuestra prioridad absoluta es garantizar la seguridad y el bienestar de los pacientes en todo momento.
Además, entendemos que cada hospital tiene necesidades únicas. Por ello, ofrecemos soluciones de mantenimiento personalizadas, con un equipo especializado que trabaja a tu lado para optimizar tu infraestructura, reducir los costes y asegurar que cada recurso se utilice de la manera más eficiente posible.
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