Electrificación rural: garantizando el acceso a la energía en la España vaciada

En julio de 1976, España se embarcaba en un ambicioso proyecto: el primer Plan de Electrificación Rural. Su objetivo era llevar la electricidad a más de 200.000 hogares en un plazo de 12 años, mejorando la calidad de vida de casi un millón de personas. Este hito marcó el inicio de un camino que, casi medio siglo después, sigue siendo una prioridad para el país. Hoy, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) recoge el testigo de aquel primer paso, con el objetivo de impulsar la electrificación rural como motor de desarrollo sostenible.

En estas casi cinco décadas, la electrificación rural ha transformado la vida de millones de personas en España, llevando la luz, la tecnología y el progreso a los rincones más remotos del país. Esta electrificación rural se ha convertido en una herramienta fundamental para mejorar la calidad de vida, el acceso a oportunidades y el desarrollo económico de las zonas de interior.

Sin embargo, y a pesar de los avances, los retos aún persisten: la España rural presenta un nivel de electrificación de un 15% inferior a la media nacional. La extensión geográfica, la dispersión de la población y la falta de infraestructuras adecuadas siguen siendo obstáculos importantes para llevar un suministro eléctrico con garantías a las zonas más despobladas.

Esta brecha se hace especialmente visible en la infraestructura de recarga para vehículos eléctricos. A pesar de que la España rural representa más del 80% de la superficie del país, solo 1 de cada 1.000 vehículos en el ámbito rural español es eléctrico, mientras que, en las zonas urbanas, es cuatro veces mayor. Según el informe de la Fundación de Ecología y Desarrollo (ECOEDES) y el Observatorio de la Sostenibilidad, publicado en 2022, en las ciudades encontramos un punto cada 4,11 kilómetros cuadrados, mientras que en las zonas rurales esta cifra se dispara hasta uno cada 349 kilómetros cuadrados.

Situación que, además, genera nuevos problemas de vital importancia en el contexto de crisis climática que vivimos. Este menor nivel de electrificación en las zonas rurales va unido a una mayor dependencia de los combustibles fósiles, agudizando la brecha con las áreas urbanas y dificultando la transición hacia un modelo energético más sostenible.

Ante este contexto, en Cuerva hemos asumido un papel protagonista en la electrificación rural. A través de la innovación disruptiva y la inversión en infraestructuras y proyectos sostenibles, llevamos energía a más de 54 pueblos en Granada, mejorando el suministro eléctrico, impulsando su progreso y la cohesión territorial. Y todo con la mirada puesta en la transición energética. ¿Quieres saber cómo lo estamos haciendo?

¿Qué es la electrificación rural?

La electrificación rural es el proceso por el que llevamos energía eléctrica a zonas rurales que carecen de ella o mejoramos su infraestructura eléctrica. Este esfuerzo, con el que queremos reducir la brecha entre las zonas rurales y las urbanas, tiene un enfoque integral, abarcando la planificación, desarrollo e implementación de infraestructuras y sistemas eléctricos. 

Tener esta visión holística es la única forma de transformar su sistema energético y asegurar un suministro fiable y sostenible para todas las comunidades que habitan en estos territorios. Solo así conseguiremos que los objetivos de la electrificación rural se hagan realidad: 

• Acceso a la energía moderna y sostenible. La electrificación rural busca la universalización del acceso a la energía como derecho fundamental. Esto, además de proporcionar conexiones eléctricas básicas, implica garantizar un suministro de calidad que permita a los habitantes rurales acceder a las mismas oportunidades tecnológicas y digitales que disfrutan las zonas urbanas.
• Reducir la brecha entre zonas rurales y urbanas. Disminuir la desigualdad entre el campo y la ciudad es otro de los objetivos prioritarios que buscamos al mejorar el acceso a la energía, contribuyendo a la cohesión territorial y a una transición energética más justa.
• Impulsar el desarrollo socioeconómico. Queremos impulsar el desarrollo socioeconómico de las comunidades rurales, posibilitando el acceso a una energía más barata y estable, incentivando la creación de nuevos negocios y mejorando la productividad en sectores tradicionales. Y todo ello mejorando el acceso a servicios educativos y sanitarios modernos.
• Descarbonización y transición energética. En el contexto actual de emergencia climática, los proyectos de electrificación rural incorporan un componente adicional: la sostenibilidad. Las nuevas instalaciones e infraestructuras que priorizan las energías renovables y los sistemas de autoconsumo contribuyen a la descarbonización del medio rural y establecen un modelo energético más respetuoso con el medioambiente, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles.

Ejemplos de electrificación rural: el compromiso de Cuerva con el futuro de la España vaciada

La electrificación rural no es solo un concepto teórico, es una realidad que transforma vidas y comunidades. En Cuerva, hemos vivido en primera persona el impacto de la electrificación rural, impulsando el desarrollo de la España vaciada y abriendo un futuro de oportunidades.

Uno de estos ejemplos es el municipio de Escúzar, donde, desde el año 2000, hemos llevado a cabo la adaptación y modernización de la red eléctrica. Este proceso, impulsado por el auge inmobiliario y el desarrollo del proyecto industrial CITAI* (Ciudad Industrial, Tecnológica y Área de Innovación), ha convertido a esta población de 800 habitantes en un referente económico en la provincia de Granada.

*CITAI es el parque industrial y tecnológico granadino donde se está desarrollando la infraestructura del proyecto IFMIF-DONES (International Fusion Materials Irradiation Facility - Demo Oriented Neutron Source), que tiene como objetivo desarrollar una instalación para probar, validar y calificar los materiales que se utilizarán en futuras plantas de energía de fusión, como DEMO, el prototipo de reactor de fusión de demostración.

Gracias a una visión a largo plazo, el municipio alberga centros logísticos de empresas como Amazon, Lidl, Maeva, Caña Nature o Laboratorios ROVI, entre otros, lo que ha generado innumerables ventajas para la población y el entorno. Ejemplos de los beneficios de la electrificación rural que impulsan la creación de nuevos puestos de trabajo, y permiten, incluso, que algunos de sus empleados hayan podido regresar a su pueblo natal, gracias a esta nueva oportunidad laboral.

Escúzar no es el único ejemplo del compromiso de Cuerva con la electrificación rural. Contamos con otros proyectos que muestran nuestro compromiso con la innovación y la sostenibilidad en la España rural. Jayena, Láchar, Peñuelas o Bermejales son testimonio de nuestro apoyo a estas comunidades rurales, alineando nuestro trabajo con los objetivos de descarbonización recogidos en PNIEC y en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 7 (ODS 7). 

Tecnologías para la electrificación rural

La modernización de infraestructuras y la digitalización del sistema eléctrico implementada en todos estos pueblos demuestran el potencial de la innovación en el ámbito rural. Con las tecnologías más innovadoras para garantizar el acceso fiable a energía sostenible, impulsamos el desarrollo de la España rural:

• Energías renovables. Permiten llevar electricidad a comunidades aisladas de forma sostenible. La energía solar, con sistemas fotovoltaicos, es la más utilizada por su fácil instalación, mientras que la eólica y la hidroeléctrica a pequeña escala complementan el suministro en zonas con viento o recursos hídricos. Estas tecnologías, combinadas con almacenamiento eficiente, hacen que impulsemos el desarrollo local sin depender de la red eléctrica convencional.
• Sistemas de almacenamiento. Las baterías juegan un papel clave en la transición energética. En este ámbito, colaboramos con ZGR Corporación para la instalación de baterías de litio en el municipio de Jayena, asegurando el suministro energético en zonas con conexión limitada. 
• Microrredes y generación distribuida. Estas soluciones permiten a las comunidades rurales generar y gestionar su propia electricidad. La combinación de fuentes renovables y sistemas de control inteligente asegura un suministro local fiable y sostenible, independiente de la red principal.
• Redes inteligentes. La monitorización y control en tiempo real optimizan la gestión de la red. Esta tecnología mejora la eficiencia del sistema y permite una respuesta rápida ante incidencias, garantizando un servicio de calidad.
• Extensión de la red eléctrica convencional. Históricamente, ha sido una de las principales formas de llevar electricidad a áreas remotas. Aunque costosa y a veces ineficiente, sigue siendo una opción válida para electrificar algunas zonas rurales donde otras soluciones no son viables o económicamente factibles.

Beneficios de la electrificación rural

La electrificación rural ofrece una variedad de beneficios que inciden positivamente en la calidad de vida, la economía local y la lucha contra la despoblación en la España vaciada. En concreto, los principales son:

Mejora de la calidad de vida

La electrificación rural mejora la calidad de vida de las comunidades de interior al facilitar el acceso a servicios básicos esenciales. En el ámbito educativo, por ejemplo, la electricidad impulsa el aprendizaje al permitir el uso de equipos electrónicos y ampliar las horas de estudio en el hogar. 

En cuanto a la salud, la electrificación optimiza las condiciones en centros de salud y clínicas rurales, facilitando la conservación de medicamentos y el acceso a servicios médicos cruciales. Asimismo, la electricidad fomenta la conectividad a través de dispositivos de comunicación, integrando a las comunidades rurales con el resto del mundo. Además, la garantía de energía para el alumbrado público incrementa la seguridad.

Impulso de la economía local

Del mismo modo, la electrificación rural actúa como un catalizador para la economía local en las zonas rurales. En el sector agrícola, facilita la implementación de sistemas de riego y tecnologías que optimizan la productividad como, por ejemplo, la agrovoltaica. 

Asimismo, la garantía de que las empresas van a contar con un suministro eléctrico fiable fomenta el desarrollo de negocios, como los turísticos, la creación y el crecimiento de pequeñas y medianas empresas, así como la atracción de grandes compañías. De este modo, estas zonas amplían las oportunidades económicas para sus habitantes. 

Lucha contra la despoblación

No menos importante es su contribución a la fijación de la población y la lucha contra la despoblación. Al mejorar las condiciones de vida en las zonas rurales, la electrificación contribuye a frenar la migración hacia las ciudades, principalmente de dos formas:

• Teletrabajo. La disponibilidad de electricidad y conectividad a internet permite que los trabajadores se desplacen a entornos rurales y sigan trabajando de forma remota.
• Desarrollo de infraestructuras. Al igual que en Escúzar, la electrificación fomenta la creación de nuevas infraestructuras, como polígonos industriales y la llegada de empresas auxiliares, contribuyendo a la creación de un ecosistema empresarial que genera empleo y evita la despoblación.

Reducción de la dependencia de combustibles fósiles

La electrificación rural juega un papel crucial en la reducción de la dependencia de combustibles fósiles. Al disminuir el uso de fuentes de energía contaminantes como el carbón o el diésel, las empresas tienen acceso a fuentes energéticas, como las renovables, más económicas, por lo que ahorran dinero y ganan en competitividad.

Al mismo tiempo, reducen sus emisiones de CO₂, minimizan la huella de carbono y contribuyen a la lucha contra el cambio climático, mejorando la calidad del aire en las comunidades rurales.

Independencia energética

El uso de fuentes alternativas sostenibles, como la energía solar o la eólica, empodera a las comunidades rurales hacia la independencia energética al generar su propia energía. De este modo, las necesidades procedentes de fuentes externas se reducen, incentivando una autonomía que no solo reduce costes a largo plazo, sino que también fortalece la resiliencia de las comunidades ante fluctuaciones en los precios de la energía y posibles interrupciones en el suministro eléctrico.

Transformando el futuro del mundo rural

La electrificación rural es una herramienta para transformar la realidad de millones de personas en la España rural. Nuestros proyectos implementados en Granada demuestran que el acceso a una energía fiable y sostenible es posible y que, además, impulsan el desarrollo económico, crean oportunidades y mejoran la calidad de vida en nuestros pueblos.

El PNIEC, a través de su Medida 1.2, establece una hoja de ruta clara para integrar las energías renovables en el desarrollo rural, creando un marco normativo que prioriza la participación local y la creación de beneficios socioeconómicos directos. El desarrollo de estas comunidades de interior requiere invertir en electrificación rural, pilar para alentar la innovación y el progreso en unos territorios que aún tienen mucho que decir en nuestro futuro.

En Cuerva, asumimos este reto con determinación y compromiso. Cada proyecto de electrificación rural que emprendemos contribuye a construir un futuro más sostenible, equitativo y próspero, ayudando a revitalizar la España vaciada. Al promover la cohesión social y la colaboración entre los diferentes actores locales, fortalecemos las redes comunitarias y garantizamos un acceso fiable y estable a la energía, sentando las bases para el crecimiento y el bienestar en el mundo rural.