Qué son las casas pasivas y por qué son la clave del ahorro energético
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¿Imaginas reducir tu consumo de energía hasta en un 90% y, al mismo tiempo, hacer que tu edificio sea más eficiente? Con el aumento de los costes de energía y el impacto de catástrofes naturales, se busca, cada vez más, proteger los complejos urbanísticos y reducir su dependencia de la red eléctrica. La ineficiencia energética de muchas construcciones actuales no solo genera un desperdicio significativo de recursos, sino que también contribuye a altas emisiones de carbono. Por esta razón, una solución inteligente a este problema es comprar o rehabilitar edificios para convertirlos en casas pasivas.
Las casas pasivas, también conocidas como Passivhaus, se están convirtiendo en una tendencia clave en el diseño arquitectónico, gracias a su enfoque en la eficiencia energética. Sigue leyendo y, en este artículo, te explicamos en qué consisten las casas pasivas, cómo funcionan, cuánto consumen y cuál es su precio promedio. Además, te contamos cuál es la situación actual de este tipo de edificaciones en España con ejemplos prácticos.
¿Qué son las casas pasivas?
Las casas pasivas, o Passivhaus, son un tipo de edificaciones diseñadas para maximizar la eficiencia energética y el confort interior, minimizando la necesidad de sistemas de calefacción o refrigeración convencionales.
El concepto se basa en principios de diseño bioclimático y se centra en optimizar las ganancias de calor y reducir las pérdidas de energía en invierno, así como en minimizar la entrada de calor en verano. De este modo, este tipo de construcción puede mantener las condiciones atmosféricas ideales en su interior, lo que genera un ahorro energético que oscila entre el 70% y el 90% en comparación con una edificación convencional.
El origen de las casas pasivas se remonta a investigaciones y experimentos realizados en Estados Unidos y Canadá a finales de los años 70 y principios de los 80. Sin embargo, fue en Alemania, en la década de 1990, donde el concepto de Passivhaus se formalizó, gracias al trabajo del físico Dr. Wolfgang Feist, en colaboración con el profesor Bo Adamson de Suecia. Por aquel entonces, juntos desarrollaron un enfoque que permitía reducir de manera significativa el consumo energético sin sacrificar el confort de los habitantes.
¿Cómo funcionan las casas pasivas? Características principales
El estándar establecido por el Passive House Institute se basa en cinco elementos clave que buscan maximizar la eficiencia energética y el confort térmico. Las características principales de una casa pasiva son:
- Aislamiento térmico: las casas pasivas cuentan con un alto nivel de aislamiento en paredes, techos y suelos, lo que les permite mantener una temperatura interior constante a lo largo del año, reduciendo la necesidad de usar sistemas de calefacción y refrigeración convencionales. Un método común para calentar una casa pasiva es mediante una bomba de calor de alta eficiencia, la cual extrae energía térmica del aire exterior para calentar el interior de los edificios.
- Estanqueidad del aire: estos diseños se construyen con una envolvente altamente hermética para evitar infiltraciones de aire no deseadas. Esta estanqueidad se verifica mediante el ensayo Blower Door*, que debe arrojar una tasa de infiltración de aire inferior a 0,6 renovación por hora, para cumplir con el estándar Passivhaus.
*Ensayo Blower Door: es un método para encontrar fugas de aire en los edificios y evaluar en qué medida la capa exterior del edificio mantiene el aire dentro. Ayuda a identificar y corregir errores de diseño o construcción, garantizando el cumplimiento de los objetivos predefinidos de confort y eficiencia energética.
- Ventanas y puertas de alto rendimiento: se utilizan ventanas y puertas de altas prestaciones, generalmente con triple aislamiento, para evitar fugas de calor al exterior en invierno y la entrada de aire caliente en verano. Estas ventanas y puertas deben obtener el sello de “componente certificado” para cumplir con los estándares de eficiencia energética de las casas pasivas.
- Ventilación mecánica con recuperación de calor (MVHR): este sistema permite la renovación del aire interior sin perder el calor acumulado, lo que contribuye a mantener un ambiente saludable y confortable. El sistema MVHR purifica el aire entrante, eliminando partículas como el polvo, el polen y otros contaminantes, lo que mejora la calidad del aire interior. Además, si bien el sistema funciona de forma automática, los propietarios tienen la opción de ajustar la velocidad de ventilación según sus preferencias.
- Eliminación de puentes térmicos: las casas pasivas se diseñan y construyen para eliminar los puentes térmicos, es decir, áreas donde se produce una mayor transferencia de calor debido a desajustes en el aislamiento. Esto se logra prestando atención a las uniones, esquinas y otros puntos críticos de la estructura.
- Orientación y diseño bioclimático: se optimiza la orientación del edificio y se incorporan principios de diseño bioclimático para aprovechar al máximo la energía solar pasiva y la ventilación natural. Esto incluye la consideración de elementos de sombreado y la forma del edificio para maximizar la eficiencia energética.
¿Cuánto gasta una casa pasiva?
Aunque la construcción de casas pasivas puede suponer una inversión inicial superior a una edificación tradicional, debido al uso de materiales de calidad y un diseño específico para maximizar el consumo energético y mejorar el confort de los ocupantes, este coste puede compensarse a largo plazo gracias a los ahorros en las facturas eléctricas. Y es que las casas pasivas pueden reducir el consumo de energía hasta en un 90% en comparación con otras edificaciones convencionales.
Además de ser altamente eficientes, permiten incorporar energías renovables en la construcción para cubrir las necesidades energéticas. Entre las tecnologías más comunes, podemos encontrar los paneles solares, aerogeneradores o sistemas de bomba de calor geotérmico, los cuales pueden reducir aún más los costes en electricidad. Asimismo, si se generan excedentes de energía, estos pueden verterse a la red o almacenarse en baterías solares para su uso posterior.
Un ejemplo práctico de eficiencia energética en las casas pasivas es una vivienda de 250 m², diseñada por arquitectos del estudio Albar, cuyos costes energéticos son de unos 60 euros al mes. Sin ir más lejos, esto representa una reducción de casi un 80% respecto a una edificación convencional con una demanda de calefacción de 10W/m².
Otro ejemplo destacado es el complejo de Las Carolinas en Madrid, un edificio con diseño pasivo, donde las facturas de electricidad oscilan entre 20 y 30 euros al mes durante todo el año, gracias a que potencia la eficiencia energética al máximo.
¿Cuánto cuestan las casas pasivas?
El coste de una casa pasiva es de unos 1.500-1.700 euros/m² de superficie construida. Por lo general, este tipo de construcción implica un incremento del 8 al 10% sobre el coste de una tradicional.
No obstante, cabe mencionar que este coste adicional puede variar en función de varios factores:
- Complejidad del diseño.
- Calidad de los materiales y acabados.
- Ubicación y costes locales de construcción.
- Requisitos de certificación (si se opta por la certificación oficial Passive House).
Sin embargo, es importante recordar que invertir en casas pasivas aporta grandes beneficios a largo plazo, no solo por la reducción significativa de las facturas de luz, sino también por el uso responsable de electricidad que promueven, que tiene un impacto positivo en el medioambiente .
¿Cuántas casas pasivas hay en España?
En España, más de 100 edificios residenciales de nueva construcción han sido certificados bajo el estándar Passivhaus , siendo las regiones de Madrid, Cataluña y Aragón las que lideran esta tendencia.
En este sentido, aunque el concepto Passivhaus surgió en Alemania a finales del siglo XX, España no vio su primera edificación certificada hasta 2009. Desde entonces, el número de edificios certificados no ha dejado de aumentar, con hitos como la certificación de la primera casa pasiva en Madrid en 2016 bajo el Certificado Passivhaus Plus y el primer hospital geriátrico Passivhaus en Zamora en 2019.
Otros ejemplos destacados son la Casa Pasiva Bunyesc, en Lleida, que consume solo 10 kWh/m² anuales y funciona con un 80% de energía procedente de fuentes renovables, incorporando suelo radiante, caldera de biomasa y paneles solares. Asimismo, la Casa Toblerone y La Favorita en La Moraleja son reconocidas por su lujo y eficiencia energética. A todos estos ejemplos, cabe sumar que España también alberga el rascacielos Passivhaus más alto del mundo: la Torre Bolueta, en Bilbao. Esta se construyó entre 2015 y 2018 y alcanza una altura de 88 metros.
¿Quieres ver en tiempo real los proyectos que cuentan con esta certificación dentro del país? La Plataforma de Edificación Passivhaus permite consultar proyectos certificados en tiempo real, mostrando el creciente interés por este modelo sostenible. A medida que más personas comprenden los beneficios de estas edificaciones, se espera que su popularidad en España siga en aumento, consolidándose como una opción clave para quienes buscan eficiencia energética, sostenibilidad y confort.
¿Cómo saber si una edificación es pasiva?
Para determinar si una edificación cumple con los estándares de las casas pasivas, es necesario obtener el certificado Passivhaus, que actúa como una garantía de calidad . Este certificado se otorga después de un riguroso proceso de evaluación, en el que se verifica que el edificio cumple con los requisitos de eficiencia energética.
Sin embargo, incluso sin este certificado, ciertas características pueden indicar que una construcción sigue los principios de las casas pasivas: aislamiento térmico de alta calidad, ventanas y puertas de alto rendimiento y una estanqueidad superior que evita la pérdida de aire y energía.
Casas pasivas: la revolución sostenible en la construcción moderna
El creciente interés por las casas pasivas forma parte de un movimiento global hacia la sostenibilidad. En un contexto donde cada vez más naciones, como los más de 70 países que han establecido objetivos de emisiones netas cero, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), priorizan la reducción de su huella de carbono, este tipo de edificaciones se presenta como una solución viable para combatir el cambio climático.
Y es que, al adoptar tecnologías avanzadas y principios de diseño bioclimático, las casas pasivas no solo contribuyen a un consumo energético mínimo, sino que también fomentan un modelo de construcción más respetuoso con el medioambiente. En este sentido, la revolución sostenible en la edificación está en marcha, y las casas pasivas son el reflejo de que el cambio hacia un futuro más verde ya es una realidad.
En Cuerva, creemos que es posible cumplir con los objetivos climáticos y, por eso, ponemos a tu disposición varias soluciones que te ayudarán a lograr la eficiencia energética.
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