Cálculo de huella de carbono: mide el impacto de tu empresa


.webp)
Infografía gratuita
“Empresa contaminante”. Este es un título que ninguna marca quiere tener, pero la realidad es que muchas organizaciones desconocen cuánto y cómo están afectando al medioambiente. Pese a ello, el aumento de la conciencia ambiental y la presión regulatoria están llevando a las empresas a evaluar su impacto a través del cálculo de huella de carbono, una solución que les permite cuantificar sus emisiones de CO₂ a lo largo de toda su cadena de valor.
Su medición les posibilita obtener una radiografía de las emisiones contaminantes que generan, identificando las áreas donde se concentran y facilitando la puesta en marcha de mejoras con las que optimizar procesos, reducir costes y liderar el camino hacia un futuro más sostenible.
¿Sabes cómo se hace el cálculo de la huella de carbono? ¿Está tu empresa midiendo lo que no ve? Reducir la huella de carbono implica revisar procesos, mejorar la eficiencia energética y apostar por soluciones innovadoras. Es un cálculo que requiere compromiso, análisis y una visión a largo plazo, pero cuyos beneficios trascienden la simple reducción de emisiones. ¿Quieres saber cómo conocer la huella de carbono de tu empresa te va a ayudar a ser más competitivo?
¿Por qué es importante calcular la huella de carbono?
El impacto de la actividad empresarial en el medioambiente ha llevado a las organizaciones a replantearse la relación con su entorno. Las empresas ya no son solo simples generadoras de beneficios económicos: son protagonistas en la construcción de un futuro sostenible.
Por ello, la responsabilidad ambiental corporativa está ganando peso dentro de las estrategias empresariales, impulsando la adopción de prácticas más respetuosas con el planeta. Para conseguirlo, conocer la huella de carbono se ha convertido en una información imprescindible para comprender la contribución de las empresas al calentamiento global.
Tener conocimiento de este indicador no solo es un acto de responsabilidad ambiental, sino que es también una acción estratégica para definir metas claras y alcanzables con las que optimizar procesos y ahorrar costes relacionados con el uso de recursos energéticos.
Del mismo modo, las empresas que miden su huella de carbono están mejor preparadas tanto para cumplir con las regulaciones vigentes como con las futuras, evitando posibles sanciones. Algo que consiguen a la vez que demuestran su compromiso con la sostenibilidad, mejorando así su imagen corporativa y fidelizando a unos clientes que cada vez son más exigentes en materia ambiental.
A la hora de realizar este análisis debemos tener en cuenta que existen tres tipos de emisiones según su origen:
- Las emisiones de alcance 1 hacen referencia a las directas generadas por la propia organización, como es el uso de combustible en maquinaria o vehículos.
- Las de alcance 2 incluyen las emisiones indirectas derivadas del consumo de electricidad.
- Las incluidas dentro de las emisiones de alcance 3 abarcan las indirectas que tienen su origen a lo largo de la cadena de valor. Dentro de estas, podemos incluir el transporte de mercancías, los viajes de negocio o los desplazamientos al trabajo de los empleados.
¿Cómo se calcula la huella de carbono?
Conocer la importancia de la huella de carbono es solo el primer paso de la medición. Una vez que somos conscientes de su importancia, es el momento de calcularla y tomar acciones concretas, siguiendo un proceso sistemático y riguroso con el que obtener resultados precisos y completos.
A continuación, tendremos que escoger la metodología adecuada. Existen diferentes procedimientos, como el GHG Protocol, aunque la fórmula básica del cálculo de huella de carbono* combina el dato de actividad con el factor de emisión.
*Huella de carbono = dato de actividad x factor de emisión. El dato de actividad se refiere a la cantidad de energía, combustible o material consumido, mientras que el factor de emisión es la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por cada unidad de actividad.
Si nos atenemos a la Guía para el cálculo de la huella de carbono de una organización del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), los pasos a seguir son:
- Establecer los límites de la organización y los límites operativos. Esto implica decidir qué áreas de la organización vamos a incluir en la recopilación de información y en los cálculos. Esta delimitación nos facilitará distinguir las fuentes de emisión, clasificarlas por alcances y tener una visión clara de dónde se originan.
- Elegir el periodo en el que se va a calcular la huella de carbono. Normalmente, coincide con el año natural inmediatamente anterior al año en el que se realiza el cálculo.
- Recopilar los datos de actividad de estas operaciones. Generalmente, estos datos son los de consumo, tales como la cantidad de combustible utilizada (gas natural, gas butano o número de bombonas, gasóleo y gasolina, biomasa, entre otros), la electricidad utilizada o los viajes de negocios realizados por los empleados.
- Buscar los factores de emisión adecuados. Estos representan la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por cada unidad del dato de actividad. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través del Registro de huella de carbono, publica los factores de emisión para los alcances 1 y 2. Todos los datos y factores de cálculo de conversión utilizados proceden de fuentes oficiales o de reconocido prestigio como las siguientes:
- GHG Protocol Corporate Accounting and Reporting Standard (2004).
- GHG Protocol Corporate Value Chain (Scope 3) Accounting and Reporting Standard (2011)
- Documentos y memorias realizadas por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) junto con la Oficina Española de Cambio Climático.
- Factores de cálculo y emisión desarrollados por el “Intergovernmental Panel on Climate Change” (IPCC). Directrices del IPCC de 2006 para los inventarios nacionales de gases de efecto invernadero y Sexto Informe del IPCC.
- Realizar el cálculo. Una vez recopilados los datos de actividad y los factores de emisión, el cálculo se realiza multiplicando el dato de la actividad por el correspondiente factor de emisión.
¿Quién mide la huella de carbono de una empresa?
Aunque las mismas organizaciones pueden realizar su medición (Transición Ecológica ha desarrollado diferentes calculadoras para facilitar la cuantificación de la huella de carbono), lo normal es que las empresas se apoyen en expertos. Entidades de certificación acreditadas, consultores especializados o empresas suelen encargarse de registrar y verificar los datos.
Con esta colaboración se asegura la fiabilidad del proceso de evaluación ambiental y es fundamental si se busca obtener una certificación oficial o registrar la huella en organismos como el Ministerio para la Transición Ecológica.
Este es nuestro caso, ya que en Cuerva contamos con soluciones para monitorizar el consumo energético e identificar las emisiones de alcance 2 derivadas del consumo de electricidad. Otras empresas, son capaces de medir las emisiones de alcance 3 y registrar el CO₂ generado con el transporte al trabajo de los empleados de cualquier organización.
En caso de querer certificar la huella de carbono, las empresas tienen varias opciones a la hora de obtener un reconocimiento, tanto de ámbito nacional como internacional. Una de las más empleadas es la ISO 14064, un estándar que establece las bases para cuantificar, monitorizar y reportar emisiones de GEI.
Para conseguirlas, España cuenta con entidades acreditadas por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) que pueden emitir acreditaciones como EMAS (Esquema Europeo de Gestión y Auditoría Medioambiental); ISO 50001, para Sistemas de Gestión Energética; The International EPD System (según las normas ISO 14025 y EN 15804) o Airport Carbon Accreditation, esta última específica del sector aeroportuario.
Cálculo de huella de carbono: el punto de partida hacia la sostenibilidad
El cálculo de huella de carbono representa un desafío para las organizaciones. Recopilar datos, seleccionar factores de emisión adecuados y garantizar la consistencia y comparabilidad de la información pueden generar dificultades. Ahora bien, sin medición, no hay mejora posible.
De ahí que las limitaciones iniciales no deben desalentar a las empresas comprometidas con la sostenibilidad ambiental, ya que el cálculo de la huella de carbono es solo el punto de partida para reducir y gestionar las emisiones contaminantes. Una vez iniciado el camino, comienza la verdadera transformación.
Al utilizar estos datos con el fin de desarrollar acciones y estrategias específicas, las organizaciones pueden reducir sus gases contaminantes, potenciar su competitividad y contribuir a un futuro más sostenible. ¿Estás listo para comenzar el viaje de tu empresa hacia la sostenibilidad?
Si es así, no dudes en contactar con nuestros expertos en energía para saber cómo reducir la huella de carbono de tu organización. Juntos, colaboraremos para construir un futuro más verde y próspero, donde tu empresa va a ser protagonista del cambio que nuestro planeta necesita.
.webp)