Energía eólica para empresas: el viento como ventaja competitiva

Precios eléctricos que no dejan de cambiar. Dependencia de una red eléctrica que genera más dudas que certezas. Nuevas normativas que elevan las exigencias en materia de sostenibilidad y ESG. Estos son solo algunos de los desafíos relacionados con la energía a los que se enfrentan las compañías. Para superar esta “montaña rusa” y mantener la competitividad, muchas están apostando por las fuentes limpias, y la energía eólica para empresas se está posicionando como una de las más interesantes a la hora de conseguirlo.

Esta tecnología permite generar electricidad propia, reducir costes y cumplir con los objetivos medioambientales. Lejos de ser una fuente de energía reservada a las grandes corporaciones, lleva implantándose desde hace años en negocios de todo tipo y tamaño gracias a la evolución del sector de la minieólica que la ha hecho más accesible y asequible.

Por ejemplo, la bodega Bodegas Fernández ya se autoabastece al 100% gracias a una instalación que también evita la emisión de 150.000 kg de CO2 cada año. También Agroturismo Calixto apostó por la minieólica en su complejo rural con capacidad para 18 personas. Ahora ya no depende en exclusiva de la red convencional. 

Estos dos ejemplos rompen con la imagen tradicional de los grandes parques eólicos y muestran que la instalación de energía eólica para empresas es viable en negocios que quieren lograr su independencia energética, apostar por la sostenibilidad y reducir costes. Mientras los precios de la red eléctrica son impredecibles, el viento sopla gratis.

Qué es la energía eólica para empresas

La energía eólica para empresas consiste en aprovechar la fuerza del viento para generar electricidad dentro de la propia organización. Su objetivo es reducir la dependencia de la red y garantizar un suministro estable y limpio. Con esta finalidad, estos sistemas están diseñados para el autoconsumo y pueden conectarse a la red eléctrica en baja tensión, pudiendo incluso verter el excedente de energía producida.

En la mayoría de los casos, las compañías que apuestan por esta tecnología optan por aerogeneradores con una potencia inferior a 100 kW, conocidos como sistemas minieólicos. Aunque su uso aún es minoritario, crece año tras año y cada vez más empresas incorporan la energía eólica. 

Este avance es síntoma de una transformación: el viento ya genera más electricidad en la UE que el gas, siendo la segunda fuente de electricidad de la Unión Europea al estar solo por detrás de la energía nuclear.

Además, España cuenta con un ecosistema consolidado de empresas minieólicas con décadas de trayectoria que avalan su expertise. Su origen y desarrollo se remonta a finales de los años 70, cuando Juan Bornay diseñó los primeros molinos domésticos. Hoy, la empresa Bornay Aerogeneradores factura millones de euros al demostrar su idoneidad para implementarla en empresas.

Diferencias entre minieólica y eólica convencional

La energía eólica puede adoptar distintas formas según las necesidades. Las dos principales son la eólica convencional y la minieólica, que se diferencian en:

• Potencia y escalabilidad. Mientras que la energía minieólica se limita a potencias inferiores a 100 kW y está pensada para cubrir el autoconsumo de pequeñas y medianas empresas, la eólica convencional es utilizada en grandes parques energéticos.
• Aplicación y ubicación. La minieólica está dedicada al autoconsumo en entornos locales: negocios, viviendas, edificios o zonas rurales. Su finalidad es cubrir parte o la totalidad del consumo eléctrico de forma autónoma. La eólica convencional, en cambio, se desarrolla en grandes parques eólicos, tanto terrestres (onshore) como marinos (offshore), y producen energía a gran escala.
• Tamaño. Los aerogeneradores de energía minieólica suelen tener entre 3 y 10 metros de altura, incluyendo la torre. Frente a estos, las instalaciones eólicas convencionales superan los 80 metros de altura y tienen palas de hasta 60 metros.
• Requisitos de viento. La energía minieólica es eficiente cuando la velocidad media del viento es superior a 5 m/s (o 4 m/s en microturbinas). Por el contrario, la eólica convencional requiere vientos más constantes y fuertes para garantizar la rentabilidad.

Tipos de aerogeneradores para empresas

Las empresas que apuestan por la energía eólica pueden elegir entre dos tipos de aerogeneradores: los de eje horizontal y los de eje vertical.

Los primeros son los más comunes y destacan por su rendimiento y menor coste, lo que los convierte en la opción preferida para naves industriales y explotaciones agrícolas con potencias que van de 15 a 100 kW. Requieren vientos constantes y una veleta de orientación, que optimiza la captación de energía.

Por su lado, los generadores aéreos verticales se adaptan a vientos variables y pueden instalarse en entornos urbanos o edificios. Generan menos ruido y vibraciones. Sin embargo, su coste inicial es más alto y su rendimiento menor. Por ello, es la opción adecuada para generar energía eólica cuando no hay grandes superficies disponibles.

Beneficios de la energía eólica empresarial

• Reducción de costes y ahorro a largo plazo. Generar electricidad propia con energía eólica para empresas permite reducir la factura eléctrica y minimizar la dependencia de los precios volátiles de la red. En zonas con buen recurso eólico, un aerogenerador puede suponer ahorros de hasta el 60% y recuperar la inversión entre cinco y ocho años.
• Independencia y estabilidad energética. Producir energía in situ ofrece autonomía. El viento no tiene coste, ayuda a tener una previsión en los gastos energéticos y aporta seguridad en el suministro. El caso de Bodegas Fernández es un buen caso de éxito: ha logrado autoabastecerse por completo.
• Generación de ingresos adicionales. Las empresas tienen la oportunidad de generar ingresos al vender el excedente de energía eólica producida a la red eléctrica. En el caso de Bodegas Fernández de Piérola, su instalación produce el doble de energía de la que consume y obtiene ingresos por la venta del resto.
• Impacto ambiental positivo. La energía eólica para empresas es una fuente limpia, renovable e inagotable. No produce emisiones, residuos ni contaminación del agua. En el caso de  la bodega, su sistema evita 150.000 kilos de CO₂ anuales.
• Imagen corporativa y cumplimiento ESG. Fortalece la imagen de marca y mejora la percepción ante clientes, inversores y empleados. Además, facilita el cumplimiento de políticas europeas medioambientales.
• Compatibilidad tecnológica. Las empresas pueden integrar fácilmente la energía eólica con la solar fotovoltaica para crear sistemas más eficientes.
  

Sectores ideales para energía eólica empresarial

La energía minieólica para empresas tiene la ventaja de que es capaz de adaptarse a múltiples sectores. Su flexibilidad, bajo impacto ambiental y rentabilidad la convierten en una opción viable para negocios con necesidades diferentes. Algunos de los más comunes son:

• Explotaciones agrícolas y ganaderas. Disponer de amplios terrenos abiertos y buena exposición al viento les garantiza un recurso eólico continuo con el que generar energía para el bombeo de agua, riego, iluminación o climatización de instalaciones.
• Naves industriales. Estas también se benefician cuando disponen del espacio suficiente para instalar aerogeneradores y aprovechar las corrientes de aire. Un equipo de 30 kW puede cubrir el consumo de una nave pequeña dependiendo de la actividad industrial y maquinaria usada.
• Bodegas. Suelen ubicarse en zonas rurales con excelentes condiciones de viento, lo que las convierte en opciones perfectas para apostar por la energía eólica para empresas, tal y como pone de relieve Bodegas Fernández tras conseguir su total autoabastecimiento.
• Hoteles rurales y agroturismos. Localizados en entornos aislados y ventosos, pueden aprovechar la minieólica para garantizar el suministro eléctrico, incluso en zonas con problemas de conexión a la red. Combinada con energía solar, mejora su eficiencia y refuerza su imagen eco-friendly.
• Negocios aislados. En estos, la minieólica es una solución eficaz para suministrar electricidad a lugares alejados de la red eléctrica o donde el coste de conexión es elevado. Normalmente, necesitan suministro eléctrico 24/7 que puede ser combinado con baterías y energía solar.
• Instalaciones portuarias. Los puertos son también espacios ideales al gozar de vientos regulares e intensos. De este modo, pueden abastecer puntos de carga, muelles, sistemas de refrigeración o alumbrado, y contribuir a la eficiencia energética y al desarrollo de una nueva generación de Smart Port.
  
  

Ejemplos de energía eólica en empresas

A lo largo del artículo ya hemos visto casos reales que demuestran su viabilidad y rentabilidad. Pero hay más. Muchos más. Uno de ellos es la Universidad Católica de Murcia (UCAM) que ha instalado aerogeneradores, junto con paneles solares fotovoltaicos y sistemas de almacenamiento y conversión, para tener un suministro estable y sostenible en sus instalaciones.

En la infraestructura de ADIF en Campanillas (Málaga), el ente también está aprovechando un sistema híbrido de minieólica y solar para generar con cada tecnología 15 kW y producir más de 150 kWh diarios entre ambas fuentes.

Qué se necesita para instalar energía eólica en tu empresa

• Estudio de viabilidad técnica y económica. Antes de iniciar el proyecto, es esencial evaluar el recurso eólico del emplazamiento y la propia orografía del terreno. Para garantizar la rentabilidad, la velocidad media del viento debe superar los 5 m/s. En este análisis técnico y económico hay que identificar oportunidades y riesgos, asegurando que la inversión sea  sostenible.
• Cálculo de consumo energético. Conocer las necesidades energéticas de la empresa también es vital para escoger el aerogenerador adecuado y dimensionar correctamente la instalación.
• Gestión de permisos y legalización. Estas instalaciones requieren superar una serie de trámites legales que varían según la ubicación y el tamaño. Con declaraciones responsables en algunos casos es suficiente, mientras que en otros (normalmente cuando las estructuras superan los 11 metros) suele ser necesario presentar informes ambientales y autorización de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).
• Operación y mantenimiento. Una vez instalada, la eficiencia de la energía eólica para empresas depende de un buen mantenimiento preventivo. Inspecciones periódicas, lubricación y limpieza regular son tareas esenciales que deben realizar expertos. Además, la monitorización con sensores nos ayuda a detectar problemas y prolongar su vida útil.

Cuánto cuesta la energía eólica para empresas

El coste de instalar energía eólica para empresas varía según la potencia del aerogenerador y las características del proyecto. Factores como la orografía, la cimentación, los accesos para maquinaria y la integración con otros sistemas energéticos influyen directamente en la inversión.

Por ello, cada proyecto requiere un análisis detallado para determinar el presupuesto, evitar sorpresas y optimizar la relación entre coste y rendimiento. En cuanto a los costes, estos suelen ser:

• Un equipo de 70 kW suele costar entre 250.000 € y 330.000 €.
• El coste de un aerogenerador de 20 kW puede situarse entre 130.000 € y 190.000 €.
• Para instalaciones pequeñas de 1 a 5 kW, la inversión “llave en mano” oscila entre 6.000 € y 20.000 €, IVA incluido.
• Para proyectos de mayor envergadura, la inversión se incrementa. Bodegas Fernánde destinó cerca de 400.000 € a su sistema eólico con el que genera alrededor de 250.000 kilovatios-hora (kW/h) de energía al año.

Hay que tener en cuenta que estas cifras pueden compensarse con incentivos y subvenciones. El IDAE y las comunidades autónomas cuentan con ayudas para fomentar el autoconsumo sostenible y reducir la inversión inicial para facilitar la transición energética.

Energía eólica: una inversión inteligente para empresas sostenibles

En la última década, España se ha consolidado como un líder mundial en energía eólica, situándose como la quinta en el mundo y la segunda en Europa en potencia instalada. Aporta más de 5.800 millones de euros al PIB español, un 0,5 % del mismo, y evita cada año 32,7 millones de toneladas de CO2.

Con este bagaje a sus espaldas, la economía española tiene ante sí la oportunidad de integrar la energía eólica para empresas y desarrollar negocios más competitivos y sostenibles. Es hora de que las organizaciones empiecen a beneficiarse de todas las ventajas que ofrece el viento como fuente de energía.

Reducir costes, protegerse de la volatilidad de los precios, ser sostenibles y mejorar la imagen corporativa son solo algunos de los beneficios que logran las organizaciones que apuestan por el autoconsumo eólico.

En Cuerva no solo creemos en un futuro dominado por energías renovables: lo construimos cada día. Desarrollamos, construimos y trabajamos con ellas para impulsar el desarrollo industrial y social de las zonas donde operamos.

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