Batería de condensadores: qué es, cómo funciona y ventajas

En el actual contexto, donde el cambio climático es una amenaza global, la degradación del medioambiente es una preocupación creciente y muchos de los recursos que utilizamos escasean, la sostenibilidad y la eficiencia energética son dos elementos cruciales que no podemos pasar por alto si queremos satisfacer nuestras necesidades actuales sin comprometer la de las generaciones futuras.

Ante esta situación, la batería de condensadores es un ejemplo claro de cómo la tecnología puede contribuir a estos objetivos, ya que permite reducir considerablemente el consumo energético y, al mismo tiempo, disminuir el impacto ambiental.

En este sentido, en ocasiones, los equipos electrónicos en grandes empresas e industrias absorben una energía que finalmente no se utiliza, pero que supone un esfuerzo para el sistema eléctrico. Esta energía, llamada energía reactiva, es imprescindible para el funcionamiento de maquinaria, lámparas fluorescentes, ascensores y otros receptores. No obstante, si esta misma se genera por encima de los límites establecidos por la normativa, debe ser abonada. 

La instalación de una batería de condensadores puede solucionar este problema y evitar así las posibles penalizaciones por un exceso de energía reactiva en forma de abono o recargo en la factura de la luz, además de prevenir daños en la instalación y los equipos. 

¿Qué es y para qué sirve una batería de condensadores? 

La energía reactiva es aquella que los aparatos generan para crear el campo electromagnético y electrónico necesario para funcionar, pero que supone una demanda extra y, por tanto, un consumo añadido. Además, su presencia implica un deterioro de la instalación, una pérdida de potencia y bajadas de tensión. El método más empleado, sencillo y eficaz para evitar problemas con la energía reactiva, incluyendo los sobrecostes y las posibles penalizaciones, es instalar una batería de condensadores.

Una batería de condensadores es un sistema que se coloca en una instalación eléctrica y cuya función principal es reducir o eliminar esta energía reactiva que se genera, disminuyendo así las pérdidas energéticas. Este dispositivo reduce la demanda de reactiva y, por lo tanto, es clave para mejorar la eficiencia energética.

Además de este tipo de batería, también es habitual instalar un capacitador para compensar la energía reactiva absorbida por el transformador. No obstante, resulta imprescindible no confundir ambos elementos. En este sentido, mientras que la batería de condensadores entrega energía al circuito (es un componente activo), el condensador eléctrico o capacitador consume energía del circuito (es un componente pasivo) y almacena la carga eléctrica para liberarla posteriormente.

¿Cómo funciona una batería de condensadores?

Una batería de condensadores se compone de tres elementos principales : 

• Un regulador
• Los contactores
• Los condensadores

Se trata de una instalación trifásica cuyo funcionamiento es relativamente sencillo:

1. En la parte superior del dispositivo se encuentra el cableado, que permite conectar la batería al cuadro eléctrico. 
2. En el medio, encontramos la batería con los condensadores en su interior, los cuales atraen la energía reactiva sobrante, evitando que sea absorbida por la red eléctrica. En otras palabras, elimina la energía reactiva de la corriente eléctrica.
3. El dispositivo, además, posee una unidad electrónica de regulación que, de forma automática, conecta o desconecta los condensadores necesarios para adaptarse a la demanda de potencia reactiva que los receptores de la instalación precisan en cada momento. De este modo, se mantiene el factor de potencia más o menos constante y con un valor que se aproxime a uno, la unidad.

¿Dónde y cómo se coloca una batería de condensadores?

La batería de condensadores se instala cercana o junto al cuadro general de la instalación eléctrica, para eliminar o reducir la energía reactiva que esta produce. No obstante, lo aconsejable es que su instalación la realice un profesional en la materia y que se haga en una zona libre de polvo y ventilada para evitar el sobrecalentamiento. Asimismo, las baterías deben estar protegidas de contactos directos e indirectos, tal como señala el Reglamento electrotécnico para baja tensión e ITC. 

Por otro lado, para facilitar la refrigeración, es importante respetar unas distancias perimetrales mínimas. En el caso de las baterías de condensadores con montaje mural, se debe dejar al menos 20 centímetros de distancia con las paredes de elementos contiguos, y algo más —alrededor de medio metro— para las instaladas en el suelo.

Para que cumpla su cometido y sea útil, la batería de condensadores debe adaptarse al tipo de instalación existente. En este sentido, puede ser que una única batería no sea suficiente, aunque el número de baterías de condensadores necesarias dependerá de la potencia contratada. De este modo, a mayor potencia, mayor número de baterías para compensar la energía reactiva generada.

Ventajas de las baterías de condensadores

Las baterías de condensadores ofrecen una serie de ventajas significativas que mejoran la eficiencia y la calidad de la energía eléctrica en los sistemas eléctricos. A continuación, te enumeramos las más destacadas que se derivan de instalar este tipo de dispositivos automáticos:

• Compensación de la potencia reactiva. Las baterías automáticas de condensadores permiten la compensación de la potencia reactiva, lo que resulta en una distribución más eficiente de la energía eléctrica y evita la sobrecarga de los equipos y cables.
• Estabilización y mejora de la tensión de la red. Estas baterías contribuyen a estabilizar la tensión de la red eléctrica, lo que, a su vez, mejora la calidad del suministro eléctrico. Es esencial para garantizar un funcionamiento adecuado de equipos sensibles y sistemas de control.
• Aumento de la capacidad o el rendimiento de la instalación eléctrica. Al estabilizar la red eléctrica, estos dispositivos contribuyen a una mayor disponibilidad de energía, lo que es fundamental en entornos como hospitales, centros de datos y plantas industriales.
• Minimización de las pérdidas de energía. Al reducir la potencia reactiva, la batería de condensadores ayuda a minimizar las pérdidas de energía en el sistema eléctrico. Esto se traduce en un uso más eficiente de la energía y un menor coste operativo.
• Reducción del consumo fantasma o invisible de electricidad. Estos dispositivos contribuyen a reducir el consumo fantasma, que es la energía consumida por los equipos en modo de espera o inactivos (mientras permanecen enchufados a la red eléctrica, aunque no se estén usando). 
• Beneficios en términos ambientales. La reducción del consumo eléctrico y la optimización de la potencia reactiva suponen una mayor eficiencia energética en las instalaciones. Esto no solo reduce los costos operativos, sino que también tiene beneficios ambientales al reducir las emisiones de carbono.
• Disminución de las penalizaciones por excesos de reactiva y reducción del coste de la factura de la luz. En muchos sistemas eléctricos, se aplican penalizaciones a las empresas que generan excesos de potencia reactiva. La batería de condensadores evita estas penalizaciones al mantener la potencia reactiva dentro de límites aceptables.
• Menor deterioro y daños en la instalación eléctrica. Al mejorar la calidad del suministro eléctrico y reducir las sobrecargas, las baterías de condensadores ayudan a prolongar la vida útil de los equipos eléctricos y electrónicos.

La batería de condensadores permite reducir la energía reactiva y el coste de la factura eléctrica, sobre todo en empresas con maquinaria industrial. Además, son sencillas de instalar por su tamaño reducido y se amortizan con facilidad gracias a dicho ahorro en el consumo y una vida útil aproximada de una década.

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