Sistema de gestión de la energía: ¿cómo implementarlo?
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La energía como el pilar fundamental de las organizaciones
La energía es un elemento vital en la vida moderna y se ha transformado en el eje central del desarrollo económico mundial, hasta el punto de que, según datos de la Administración de Información Energética de EE.UU. (EIA), se prevé que el consumo global de energía aumente casi un 50% durante los próximos 30 años. Sin embargo, a día de hoy, vemos con preocupación cómo el aumento de su precio, junto con el impacto ambiental de las emisiones de CO2, nos advierte de que este recurso debe utilizarse de la manera más eficiente e inteligente posible.
Ante este contexto, se hace necesario recurrir a estrategias de gestión organizacional estandarizadas para usar eficientemente la energía. En este punto, la implementación de un sistema de gestión de la energía te ayudará a mejorar el desempeño energético de tu organización, aumentar la productividad, reducir el impacto ambiental y cumplir con los requisitos regulatorios, así como a mejorar tu posición estratégica en el mercado.
¿Qué es un Sistema de Gestión de la Energía (SGEn) y cuáles son sus beneficios?
Si definimos un sistema de gestión de manera convencional, se puede ver como una manera en la que las organizaciones gestionan los distintos componentes del negocio para alcanzar sus objetivos. En este sentido, si lo llevamos al plano energético, un sistema de gestión de la energía, (o Energy Management System - EMS, por sus siglas en inglés) es un conjunto de herramientas, procedimientos y métodos establecidos cuyo objetivo es asegurar una mejora continua en la generación y optimización de la energía.
La implementación de un sistema de gestión de estas características te aporta los siguientes beneficios:
- Mejorar la eficiencia energética: permiten medir el consumo actual de energía y evitar prácticas ineficientes que provocan desperdicios energéticos.
- Disminuir costes asociados a los recursos energéticos: en relación con el punto anterior, un sistema de gestión de la energía puede ayudar a identificar oportunidades de ahorro energético para la organización y reducir sus costes. Esto, al mismo tiempo, mejora su competitividad.
- Reducir el impacto medioambiental: los sistemas de gestión de la energía promueven el uso de energías renovables y limpias, así como la optimización de la energía. Ambas prácticas reducen las emisiones de gases de efecto invernadero.
- Cumplir con regulaciones normativas: contribuyen a cumplir con normas regulativas que tienen como fin promover la eficiencia energética, como el Real Decreto 56/2016.
- Invertir en nuevas tecnologías: el hecho de implementar sistemas de gestión de energía puede implicar que la empresa integre soluciones con nuevas tecnologías para mejorar la eficiencia de sus procesos.
- Obtener reconocimiento a través de certificaciones: esto facilita a la empresa acceder a concursos y subvenciones públicas. A su vez, un certificado acreditado por una institución reguladora internacional que reconozca el compromiso de la empresa con una gestión sostenible de la energía le otorga una mejor imagen corporativa.
Además, si quieres sacar el máximo provecho a tu energía, es altamente recomendable que, junto con la implementación de un sistema de gestión de la energía, cuentes con una política energética, elaborada por la alta dirección de la organización.
Norma ISO 50001: la hoja de ruta para implementar un sistema de gestión de la energía
La Organización Internacional de Normalización (ISO) ha publicado diversas normas sobre sistemas de gestión, siendo las más utilizadas la norma ISO 9001, sobre gestión de calidad, y la norma ISO 14001, sobre gestión medioambiental.
En temática energética, la norma ISO 50001 - Energy Management Systems, publicada por primera vez en junio de 2011, es la norma de implementación de sistemas de gestión de la energía más utilizada en el mundo. Actualmente, su última revisión data del año 2018 y se puede encontrar bajo la nomenclatura ISO 50001:2018.
Esta norma es una verdadera guía para aventurarse en el camino de la eficiencia energética empresarial, ya que establece los requisitos que debe tener un SGEn para mejorar el desempeño energético, aumentar su eficiencia energética, reducir los impactos ambientales e incrementar sus ventajas competitivas en el mercado sin sacrificar la productividad.
Dentro de sus ventajas, destaca su aplicación a cualquier tipo de organización y a todas las actividades que involucren el uso de energía (electricidad, combustible, calor, etc.). También, se puede utilizar con otros sistemas de gestión, lo que permite aplicar el concepto de mejora continua en conjunto con otras áreas estratégicas.
Cómo implementar un sistema de gestión de la energía bajo la ISO 50001
La implementación de un sistema de gestión de la energía, según la norma ISO 50001, constituye una valiosa herramienta para las organizaciones, ya que les permite obtener una certificación que avale el trabajo desarrollado y el compromiso con la eficiencia energética.
Una parte de ello es posible gracias a la reciente actualización de la norma ISO 50001, en 2018, donde se implementa el ciclo de mejoramiento continuo con base en las siguientes etapas: Planificar, Hacer, Verificar y Actuar (Plan, Do, Check, Action, PDCA, por sus siglas en inglés).
Estas etapas, también conocidas como ciclo PHVA o ciclo de Deming, son la base de los sistemas de gestión en la actualidad. A continuación, describimos estas etapas de acuerdo con los requisitos que hay que seguir para implementar un sistema de gestión de la energía:
- Planificar: en esta etapa se busca comprender cuál es el comportamiento energético de la organización y sus colaboradores. De este estudio se podrán establecer objetivos y métodos de control necesarios que permitan mejorar el desempeño energético.
- Hacer: una vez que se ha planificado una estrategia, se deben implementar procedimientos y procesos, con el fin de controlar y mejorar el desempeño energético. Esto se realiza identificando las oportunidades de mejora propias de la organización.
- Verificar: se debe monitorear y tener indicadores clave de los procesos. Estos deben obedecer a las políticas, objetivos y características de las operaciones, reportando los resultados de forma oportuna.
- Actuar: en esta etapa es donde se toman las acciones necesarias, en función de los resultados obtenidos, para mejorar de manera continua el desempeño energético.
Un aspecto no menos importante de la implementación de un sistema de gestión de la energía consiste en poder disponer de toda la información de manera digitalizada. Para ello, se ofrecen innumerables alternativas en materia de software de gestión, ya que facilitan la visualización de metas y resultados, así como posicionan a la organización como una data driven company.
Sistemas de gestión de la energía: la clave para la eficiencia energética
La optimización del uso de la energía, la reducción de costes, el incremento de la producción, la competitividad en el mercado y el sello de una organización sostenible son solo algunos de los beneficios de la implementación de un sistema de generación de energía.
Si bien el camino hacia la implementación de este sistema no es fácil, puedes comenzar con algunas acciones que te permitan dar el primer paso. En este sentido, una de ellas es buscar asesoría experta en materia energética para comenzar con los preparativos de la implementación de un sistema de gestión de la energía y su posterior certificación ISO 50001.
En Cuerva contamos con expertos en asesoría energética que pueden prepararte para este desafío y acompañarte en el camino para optimizar tu consumo energético, conseguir así un ahorro a corto plazo y a reducir el impacto negativo en el planeta. ¿Te ayudamos?