Qué es el mantenimiento preventivo y para qué sirve

Invertir más para gastar menos. Dedicar tiempo a lo que funciona para evitar ocuparse de lo que falla. Esta aparente contradicción es, precisamente, la esencia de lo que es el mantenimiento preventivo. Y cuando hablamos de instalaciones eléctricas y energéticas, garantizar la continuidad, la eficiencia y la seguridad es un factor crítico en cualquier organización.

Con el auge de las energías renovables de los últimos años en el tejido empresarial, especialmente la fotovoltaica, que representa ya un 47% en el sector industrial, 32% en el residencial y 20% en el comercial, según datos de UNEF, han surgido nuevos desafíos.  A lo que se suma la convergencia de estas fuentes con la Industria 5.0, lo que ha elevado la complejidad a la hora de gestionar estas infraestructuras.

Si bien es cierto que sus beneficios son incuestionables, el autoconsumo y la digitalización plantean nuevos retos técnicos, lo que hace imprescindible invertir en un mantenimiento más eficiente que garantice la operatividad, reduzca costes y mejore el rendimiento energético. Tanto es así que, según el Observatorio Sectorial DBK de Informa, el mercado del mantenimiento técnico creció hasta los 10.400 millones de euros en España en 2024, lo que ha supuesto un crecimiento de alrededor del 4,5%.

Industria, energía, mantenimiento de edificios y de ascensores, de maquinaria industrial,  de instalaciones eléctricas, alumbrado o climatización… Los presupuestos dedicados al mantenimiento técnico han crecido en todas las áreas. Ninguna escapa de este trabajo de supervisión que tiene el objetivo de asegurar que las infraestructuras y equipamientos de una organización funcionen de forma inteligente, conectada y sostenible.

Con un marco normativo cada vez más exigente, cada vez es más común invertir en planes periódicos de mantenimiento eléctrico con los que evitar problemas y ahorrar dinero en costosas reparaciones o por interrupciones inesperadas.

En esta estrategia, el mantenimiento preventivo juega un papel fundamental al centrarse en la anticipación de fallos. Un enfoque proactivo que evita paradas y optimiza el rendimiento de los equipos y de la maquinaria, permitiendo a las empresas mantener su productividad sin sobresaltos. Pero, ¿qué es exactamente el mantenimiento preventivo y por qué es crucial para las empresas? Vamos a descubrirlo.

¿Qué es el mantenimiento preventivo?

El mantenimiento preventivo es un conjunto de acciones planificadas que se realizan de forma periódica en instalaciones eléctricas, energéticas o maquinaria, entre otras muchas posibilidades, para evitar averías antes de que ocurran. Su objetivo es reducir los riesgos de paradas no deseadas, alargar la vida útil de la infraestructura y mejorar su eficiencia.

Este enfoque anticipatorio identifica lo que es el mantenimiento preventivo y se caracteriza por una serie de elementos que lo diferencia de otras modalidades. Algunos de estos son:

• Planificación basada en un calendario riguroso de inspecciones.
• Protocolos de actuación diseñados según las recomendaciones específicas de los fabricantes.
• Intervenciones técnicas programadas con suficiente anticipación y minimizando tiempos de inactividad.
• Inversión económica predecible con un retorno cuantificable a medio y largo plazo.

A diferencia del mantenimiento correctivo, que interviene únicamente cuando la avería ya se ha producido (con los consiguientes costes por parada y reparación), el preventivo anticipa estos problemas mediante revisiones regulares.

Por otra parte, se distingue del mantenimiento predictivo, que utiliza análisis de datos y monitorización constante para predecir fallos mediante la detección de patrones anómalos, en que se basa en revisiones y acciones programadas.

¿Para qué sirve el mantenimiento preventivo?

Implementar una estrategia de mantenimiento preventivo no solo va a optimizar el funcionamiento de equipos y maquinaria, sino que también va a repercutir directamente en la cuenta de resultados. Teniendo en cuenta que en el caso del mantenimiento eléctrico industrial puede suponer un ahorro de hasta un 40% en el presupuesto, este tipo de mantenimiento justifica la inversión inicial.

Principales beneficios del mantenimiento preventivo

1. La disminución de costes es uno de los principales argumentos a favor de este sistema. Al diagnosticar fallos de forma temprana, las empresas evitan problemas mayores y reparaciones más costosas.
2. En la misma línea de beneficios, la optimización de la producción es otra de las ventajas del mantenimiento preventivo. Reduce el tiempo de inactividad de la maquinaria al evitar paradas no planificadas y posibilitar una continuidad que es especialmente valiosa en entornos industriales donde cada minuto de parada puede suponer miles de euros en pérdidas.
3. Su impacto en la seguridad no debe subestimarse. Las revisiones periódicas facilitan la detección del desgaste de componentes y el mantenimiento de los equipos en condiciones adecuadas. Así, se incrementa la seguridad de los trabajadores y evita riesgos como cortocircuitos o sobrecalentamientos.
4. La prolongación de la vida útil de la maquinaria al eludir averías graves mediante la identificación temprana de problemas es otra de sus grandes ventajas. Algo que optimiza la inversión realizada y su amortización a largo plazo.
5. Del mismo modo, la eficiencia energética también se beneficia de un mantenimiento preventivo. Sobre este punto, hay que señalar que un programa adecuado previene la acumulación de suciedad y el desgaste de las piezas, deterioros que disminuyen el rendimiento e incrementan el consumo y, por tanto, el coste de las facturas eléctricas.
6. No nos podemos olvidar del cumplimiento normativo, que constituye una razón primordial para conocer qué es el mantenimiento preventivo. Estas revisiones sirven para asegurarnos de que las instalaciones cumplen los estándares exigidos y las normativas específicas del sector.

Los tres tipos de mantenimiento preventivo eléctrico

Aunque la clasificación puede variar, podemos identificar tres tipos principales de acciones dentro del mantenimiento preventivo eléctrico. Cada uno complementa a los demás y, cuando se implementan de forma coordinada, ofrecen una protección integral.

• Mantenimiento rutinario o programado. Constituye la base del mantenimiento preventivo. Incluye tareas frecuentes y relativamente sencillas como la toma de datos, inspecciones o limpieza de componentes. El objetivo es detectar posibles daños en cables, conectores o paneles solares, así como  evitar la acumulación de polvo.
• Mantenimiento de oportunidad.  Este tipo es el que nos sirve para aprovechar los periodos en los que no se utiliza un equipo para realizar las revisiones necesarias. Nos permite ejecutar tareas de mantenimiento durante paradas programadas, en fines de semana o en periodos vacacionales, minimizando su repercusión en la producción.
• Mantenimiento condicional, técnico y legal. Esta modalidad completa esta tríada preventiva. Aquí se engloban las revisiones más especializadas y la verificación del cumplimiento normativo, además de otras acciones basadas en el uso de los equipos. Dentro de esta tipología, podríamos incluir la medición de parámetros eléctricos como corriente y tensión o la verificación del estado de baterías en instalaciones con sistemas de almacenamiento de energía.

Casos de uso reales de mantenimiento preventivo

El mantenimiento preventivo, como pone de manifiesto el informe Observatorio Sectorial DBK de Informa, demuestra su valor en múltiples sectores.

En la industria, los técnicos realizan inspecciones metódicas de motores eléctricos, cuadros de distribución e infraestructura energética.

En el ámbito hospitalario, resulta más vital si cabe por su impacto en los pacientes. El mantenimiento de los sistemas de alimentación ininterrumpida (SAI), generadores de emergencia y redes de distribución eléctrica garantiza la seguridad en las instalaciones eléctricas. En estos espacios, los profesionales también supervisan las infraestructuras de comunicaciones y los sistemas de climatización especializados para quirófanos y en las UCI, donde cualquier fallo podría poner en peligro vidas humanas.

El sector hotelero también es consciente de la importancia del  mantenimiento preventivo y lo utiliza para elevar la experiencia del cliente. Las revisiones periódicas de sistemas de climatización, instalaciones eléctricas o el mantenimiento del equipamiento de cocina industrial previenen interrupciones.

Una inversión que garantiza la continuidad de tu negocio

Como hemos visto, el mantenimiento preventivo es una inversión con la que incrementar la seguridad y eficiencia de las instalaciones, y garantizar el funcionamiento y continuidad de los negocios. Anticiparse a los problemas en lugar de reaccionar ante ellos. Este es el pilar del mantenimiento preventivo.

Comprender correctamente qué es el mantenimiento preventivo y la importancia de implementarlo es sinónimo de rebajar costes, minimizar riesgos para personas y equipos, y prolongar la vida útil de los activos dentro de cualquier organización.

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