Comunidades energéticas: la sinergia que expande el autoconsumo
Las comunidades energéticas son la proliferación futurista de la energía
El futuro de la energía tiene 4 500 000 000 años.
Puede parecer exagerado pero, realmente, todo el futuro energético se basará en dos cuestiones que nos llevan acompañando desde el inicio de nuestra propia existencia: el sol y nuestra manera de vivir, en comunidad.
Así lo demuestra la proliferación de las “futuristas” comunidades energéticas. Podemos definir las comunidades energéticas como la generación y consumo de energías renovables de manera colaborativa. Es decir, una única instalación, por ejemplo solar pero también de cualquier otro tipo, hidráulica, eólica, o incluso de baterías, a la que pueden acceder muchas personas para beneficiarse de ella: consumir, almacenar, compartir y hasta vender energía. Juntos consiguen un impacto mayor de lo que cada uno podría tener por separado, promoviendo una energía más democrática y más limpia.
Y es que la transición energética en la que estamos inmersos para lograr la descarbonización no solo implica emplear electricidad procedente de fuentes de energía renovable y dejar atrás el petróleo, el gas o el carbón. Conlleva, también, cambios en quien produce y gestiona la energía: en el nuevo paradigma todos podemos ser productores y gestores, no solo consumidores. Es lo que se conoce como prosumidores, los protagonistas del nuevo flujo energético que ha pasado de ser unidireccional a bidireccional.
Todo esto apunta a que estas comunidades de energías renovables jugarán un papel determinante para acelerar el proceso de descarbonización pero, de momento, su implantación en España todavía es escasa, muy por detrás de regiones como Alemania o Dinamarca, debido en gran medida a la necesidad de un modelo regulatorio que las contemple.
Beneficios para el usuario y el planeta
En situación sobre la realidad de estas comunidades, imaginemos una comunidad de vecinos, un barrio o un polígono industrial y, ahora, imaginemos que todos ellos tuviesen como objetivo principal beneficiarse colectivamente de las mismas instalaciones de generación situadas en el entorno de dicha comunidad. ¿Qué supondría? Principalmente un aprovechamiento de la capacidad de generación eléctrica y/o térmica, una mejora de la eficiencia energética e, incluso, el desarrollo de sistemas de movilidad sostenible. A través de la inversión en estas instalaciones, los actores de la comunidad energética podrían beneficiarse adicionalmente, además de suponer un ahorro económico para algunas familias.
Por otra parte, la comunidad o el área local, se beneficiaría en términos medioambientales y sociales. Este nuevo modelo más responsable implica una reducción de emisiones de CO2 y del uso de combustibles fósiles, evitando el derroche de la energía y apostando por las renovables. A nivel local, supone un mayor desarrollo de la zona, la reducción de la pobreza energética, la mejora de su economía y la generación de empleo. Y es que las comunidades de energías renovables son, principalmente, un concepto social, donde la gobernanza de ciudadanos, pymes y autoridades locales es la que prima.
Granada y la realidad energética de 2030
Y para esto nace Vergy, una compañía independiente creada por Cuerva con la misión de facilitar el acceso a la energía limpia a todos los usuarios, a través de estas comunidades de energía. Y lo ha llevado a cabo en el rural de Granada. Hoy, 17 pueblos granadinos están experimentando lo que sería la realidad energética del año 2030.
Para ello, Vergy no solo ha realizado un arduo trabajo con ayuntamientos y legisladores, sino que han puesto el foco en el auténtico usuario de la energía: los vecinos, las asociaciones y, en definitiva, las personas que son quiénes de verdad representan lo que llamamos pueblo. Por tanto, el valor del trabajo realizado en estos pueblos reside, no solo en la puesta en marcha de las comunidades energéticas sino, en todos los aprendizajes y hallazgos que han resultado tras compartir y consultar con los propios usuarios todo tipo de temas relacionados con la energía y en los que, hasta ahora, nadie les había involucrado.
Estas comunidades energéticas promovidas por Vergy son un modelo de energía limpia que, esperamos, en poco tiempo sea el que mueva el mundo.