¿Puede ChatGPT acelerar la transición energética?

La tecnología juega un papel cada vez más importante en la introducción de energías limpias. ¿Puede la inteligencia artificial ser clave para acelerar la transición hacia un futuro sostenible? Sigue leyendo para comprobarlo.

La inteligencia artificial (IA) está cada vez más presente en nuestras vidas. A diario utilizamos asistentes virtuales como Siri, reconocimiento facial en nuestros smartphones y chatbots (o robots conversacionales) para responder a nuestras preguntas. De estos últimos, el de más éxito es ChatGPT, una herramienta que ha popularizado tanto los sistemas de IA generativa que ya se está estudiando su increíble capacidad para impactar en el mercado laboral, la educación.

¿Cómo nos ayuda ChatGPT?

A pesar de los temores que lo rodean, ChatGPT es un potente instrumento de aprendizaje que puede ayudarnos a entender conceptos complejos de forma sencilla. De este modo, hace accesibles para todos unos conocimientos importantes para comprender nuestro entorno, sus retos y lo que podemos hacer para superarlos.

Puesto que emula muy bien el lenguaje humano, esta herramienta gratuita es capaz de darnos información, traducirla, sintetizarla y simplificarla para resolver nuestras dudas. Si ChatGPT ya nos está ayudando a escribir emails, resolver errores de código e incluso aprobar exámenes, ¿qué podría hacer por la transformación del sector energético?

Impulsando la transición energética a través del conocimiento

Además de sus muchos usos, la transición energética a través de la IA es una de las habilidades de ChatGPT que más nos puede ayudar. Valiéndonos de esta capacidad, podemos adoptarlo como parte de una estrategia que facilite la transición energética:

• Para que nos ayude a asimilar temas complejos que van a afectar a nuestro futuro.
• Para combatir el desconocimiento sobre realidades como nuestra dependencia de los combustibles fósiles.
• Para informarnos sobre los riesgos del cambio climático.
• Para decirnos qué acciones podemos tomar para frenarlo.
• Para explicarnos, de forma comprensible, qué medidas están tomando los gobiernos para garantizar un futuro sostenible.
  

Porque la transición energética es cosa de todos.

Aunque las energías limpias son cada vez más populares en comunidades locales, pocos comprenden su importancia a la hora de frenar el cambio climático. Por eso es necesario informar y sensibilizar a la población sobre los efectos de la energía contaminante y sobre todas las opciones sostenibles al alcance del consumidor. De este modo crecerá el número de comunidades energéticas basadas en renovables, un eje de la descentralización del sistema energético y muy necesario para acabar con nuestra dependencia de combustibles fósiles. 

Una parte de la respuesta generada por ChatGPT

Más allá de ChatGPT: el potencial de la IA para transformar el sector energético

Aunque ChatGPT es un modelo de lenguaje IA muy avanzado, también tiene sus limitaciones: de momento, su historial de datos se limita a 2021, lo que significa que no tiene información actualizada después de ese año, y aunque su entrenamiento le permite hacer predicciones basadas en datos históricos, estas están limitadas por los datos disponibles y por su capacidad para comprender y extrapolar patrones. 

Sin embargo, ChatGPT es tan solo un ejemplo de lo que la inteligencia artificial más avanzada puede hacer por nosotros, los cambios que puede provocar en nuestra forma de producir productos y servicios, y su capacidad para transformar todas las industrias, también la energética.

El potencial de los sistemas de inteligencia artificial es mayor de lo que pensamos, y su habilidad para gestionar procesos de forma eficiente, automatizar tareas y predecir eventos futuros con precisión es extraordinaria. Hasta ahora, su uso en el sector energético ha estado muy limitado, pero puede ser fundamental para acelerar una transición rápida, segura y económica hacia un sistema basado en energías renovables. De hecho, sin sus ventajas, seguramente será imposible gestionar los complejos sistemas de energía del futuro, que se apoyarán en los datos procedentes de billones de dispositivos inteligentes. Necesitaremos la capacidad de la IA para agregar, procesar, analizar y extraer toda esa información casi en tiempo real, para hacer predicciones, optimizar procesos y apoyar la toma de decisiones.

Construyendo el futuro de las energías renovables con IA: cuatro ejemplos de cómo impulsa el cambio 

La IA ofrece infinitas aplicaciones en el sistema energético y en el sector de las energías limpias. Por ejemplo, puede utilizarse para predecir el rendimiento de las fuentes de energía renovables, asegurar el mantenimiento de infraestructuras y recomendar ajustes personalizados a los consumidores.

Uno de los grandes retos a la hora de introducir en el sistema las energías renovables procedentes de múltiples y pequeñas fuentes es la dificultad para gestionarlas sin perder estabilidad en la red. Algunas de estas fuentes también generan preocupación: al depender de las condiciones meteorológicas, su capacidad para dar energía de forma consistente y sin apagones no es tan controlable.

Estos son algunos ejemplos de lo que la IA puede hacer para superar esos retos:

• Puede predecir la energía que será generada por placas solares y turbinas, estudiando todas las variables atmosféricas que afectan a la disponibilidad de energía.
• Puede predecir futuros picos y caídas de la demanda, para garantizar las reservas de energía limpia. Esto también significa que los operadores pueden ahorrar y distribuir energía de forma más eficaz en previsión de la próxima demanda.

• Puede capturar energía solar en los días de sol y de energía eólica en los días de más brisa y ahorrarla y distribuirla en los momentos en que estas fuentes naturales no pueden generar. Esto es fundamental para no recurrir al carbón, el petróleo o el gas.
• Puede identificar las mejores áreas para instalar paneles solares, escoger la dirección para que generen la máxima energía e incluso calcular cuánto afectará el material del tejado a la instalación. 

Nuestro sistema energético del futuro será inteligente, descentralizado y basado en las energías renovables, y nuestra forma de vivir mañana dependerá de nuestra capacidad y rapidez para gestionar la transición hacia este escenario de energía sostenible. Para superar los retos que frenan el cambio, tendremos que explotar todo el potencial de la tecnología a nuestro alcance, la inteligencia artificial será parte fundamental de ello.